Hoy hablamos de uno de los
aspectos que más se suelen trabajar en psicología deportiva como es el cambio
de actitud sobre la marcha en el terreno de juego, la cancha, la competición: La
perseverancia.
Según Ear Psicólogos, especialitas
en el deporte y la infancia, “normalmente son los padres u otros familiares
quienes se quejan de la actitud que presentan los deportistas, y es que desde
fuera es más sencillo darse cuenta de ello”. Como ejemplos ponen el de tenistas
que ante un fallo importante se enfadan y tiran la raqueta, golfistas que van
haciendo aspavientos y quejándose durante el recorrido de un hoyo después de
meter la bola al agua, jugadores de basket que al llevar el marcador en contra,
se centran en la actuación del árbitro, etc.
Estamos hablando, en definitiva, de
actitudes que dificultan el estar centrado en la tarea principal, que nos
alejan del objetivo prioritario. Además, se proporcionan información valiosa a
los rivales sobre el estado anímico en el que se encuentra el deportista. Algo
que no sucede normalmente, por su origen, en las artes marciales en las que se
enseña a ocultar el dolor para no dar pistas al rival.
Pero nos interesa ahora el
factor negativo de estos comportamientos en que se desterra la perseverancia,
para manifestar la
frustración. Hay que tener en cuenta que este tipo de
manifestaciones –aspavientos- inciden, negativamente, sobre todo, en el
mantenimiento del esfuerzo, favoreciendo que, en algunos casos, el deportista
llegue derrotado y a tirar por la borda la contienda. “En este contexto, es
necesario hacer ver a los deportistas que lo malo no es cometer fallos sino
dejar de esforzarse para superarlos” explican Ear Psicólogos.
Si bien en el ámbito de la psicología,
y más concretamente de la motivación, se ha hablado mucho de la importancia de
marcarse metas realistas, se ha venido a tratar menos el mantenimiento del
esfuerzo, es decir, la
perseverancia. Este es el tema de esta nueva entrada en nuestro
blog y lo tratamos teniendo en cuenta que se trata de un aspecto tan importante
en el deporte como, en la
vida. El deporte debe ser interpretado una vez más como educación.
Así, recurrimos a la definición
del DRAE de perseverar: “mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado,
en una actitud o en una opinión”. Por su parte, desde los mencionados Ear
Psicólogos añaden que perseverar es: “mantener una conducta a pesar de la
ausencia o baja frecuencia de una recompensa”.
Para tener éxito en lo enunciado
hay que recordar que la característica principal de una conducta motivada es la
de estar orientada a la consecución de una determinada meta o reforzador
relevante. “Cuando se produce una carencia de este reforzador o meta, se activa
un estado motivacional cuya función es producir un estado del organismo que
facilite la iniciación de conductas orientadas a su consecución” señalan desde
Ear Psicólogos, quienes añaden que “este estado motivacional varía en función
de la meta perseguida en cada momento y conlleva una serie de cambios
cognitivos y subjetivos como la activación de expectativas, la evaluación y
representación mental de las metas y reforzadores o la iniciación de procesos
de planificación y solución de problemas. Además, el estado motivacional puede
alterar temporalmente la jerarquía de conductas más o menos probables,
influyendo en la elección entre las posibles acciones a ejecutar en un momento
dado”.
En resumen, hay que tener siempre
presente la meta u objetivo –ajustado a la realidad- si queremos que el
deportista mejore su perseverancia. “El deportista ha de decidir de forma
voluntaria si quiere seguir compitiendo, prefiere seguir lamentándose de los
fallos o prefiere desahogar su enfado” recuerdan Ear Psicólogos.
es bueno
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